La ciberseguridad es una amplia disciplina que también tiene impacto en DevOps en lo referente a seguridad de los servidores, del código, de la integración continúa, por un lado, como en lo referente a la interacción con el usuario, la conexión a la red de los desarrolladores o las políticas de acceso, por otro.

DevOps nos ofrece diversas herramientas para minimizar riesgos, desde la posibilidad de poder cambiar el código de nuestra aplicación de forma rápida y automática, a encontrar una vulnerabilidad de día 0 o un bug que afecta a nuestros usuarios, o cuando subimos una versión la cual no está acabada.

Dispone de herramientas como Docker que nos permite tener cada aplicación aislada en contenedores, mostrando solo el necesario al exterior y limitando el acceso a ningún servicio más en caso de intrusión externa; o Kubernetes, como orquestador de contenedores, que nos permite controlar todos los contenedores, crear en conjunto los que necesitamos y en caso de fallo, que se vuelva a levantar el servicio en tiempo mínimo. También permite controlar las conexiones entre contenedores y el acceso desde el exterior, y con herramientas complementarias podemos tener copias de seguridad del estado de todos los contenedores y sus datos o con un simple pedido crear la estructura que se ha planteado previamente.

El control sobre la infraestructura también es clave. DevOps se apoya en el cloud para no tener que preocuparse en el hardware, su configuración y su mantenimiento. Proveedores cloud como AWS, Microsoft o IBM permiten disponer de una o varías máquinas con las características que necesitamos para instalar todo lo necesario y poder llevar a los usuarios nuestros servicios sin tener que preocuparnos sobre qué máquinas trabajan.

Y también son necesarios los integradores de estos fabricantes como Fihoca que con más de 30 años de trayectoria en el sector IT, contamos con un amplio equipo técnico experto en la mayoría de tecnologías y entendemos de negocio.